21/10/2012

"Bolonia" como oportunidad

Donde se explican las razones que me movieron a iniciar el blog ZONA BOLONIA.


Cuando empezó a fraguarse la llamada "reforma de Bolonia", algunas voces la presentaron como todo un cambio de paradigma en la metodología docente universitaria, que dejaría de estar centrada en el profesor, que enseña, para hacerlo en el estudiante, que aprende: una verdadera revolución en las aulas. Con no menos entusiasmo, los detractores de la reforma proclamaron que comportaría una "bachillerización" de la Universidad y una preponderancia de los intereses del mercado frente al libre espíritu crítico de la universidad.

La polémica todavía está viva en los campus españoles. Mientras los "proboloñeses" mantienen un perfil más bien discreto -probablemente porque tienen el poder del BOE y de la ANECA-, los "anti-Bolonia" han proclamado contundentemente su desacuerdo en manifestaciones, artículos de prensa, proclamas, libros y, sobre todo, en las conversaciones en pasillos, despachos y bares universitarios; en los de las facultades de Derecho, ser "antibolonia" se considera un elemento consustancial a la fratría profesoral, por lo que confieso que, en no pocas ocasiones, me he adelantado al previsible desahogo crítico de algún compañero, apresurándome a confesar mi credo "boloñés".

Más adelante dedicaré alguna entrada a comentar lo tramposos y retóricos que han sido, con demasiada frecuencia, los argumentos de unos y otros. En este blog mi pretensión es mucho más humilde que la de pretender zanjar lo que se ha presentado como la lucha entre la luz y las tinieblas.    Tal como se titula esta primera entrada, solo persigo tratar las oportunidades de mejora que ofrece este cambio -pues cambio, ha habido, aunque una parte de él sea meramente nominal-.

El cambio como oportunidad. Tiene gracia: sin pretender dotar a mi afirmación de otro valor que el de una mera aproximación estadística, en el caso de los profesores, sus humores o temperamentos han determinado muchas veces su adscripción a unas u otras filas; los que Umberto Eco llamaba "apocalípticos", para los que cualquier cambio es una ocasión para empeorar, han visto Bolonia como una amenaza, mientras que los "integrados", en cambio, la han recibido como una oportunidad para mejorar y progresar.

Sea por temperamento, sea por convicción racional -incluso en uno mismo resulta difícil discernir cuánto hay de cada uno en tantas de nuestras decisiones-, creo que tanto en el plano institucional como en el individual, Bolonia presenta oportunidades para hacer las cosas mejor. De esto va este blog...


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